Philadelphia Skyline

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viernes, 7 de octubre de 2011

Steve Jobs: la mejor campaña de márketing jamás soñada

Si a Steve Jobs le hubieran dicho la inmensa repercusión que iba a tener su fallecimiento, quizás nunca se lo hubiera creído. O sí. Al fin y al cabo, su obra ha contribuido significativamente a que la comunicación 2.0 llegue a los bolsillos de millones de personas. La nueva herramienta de medición de la repercusión de un evento o suceso a nivel mundial es ahora Twitter y ahí no ha quedado lugar a dudas: la muerte del creativo generó 10.000 tuits por segundo -por encima de la muerte de Osama Bin Laden (5.000) o del terremoto y el tsunami de Japón (5.000)-, el sueño de cualquier director de márketing y una cifra que pasará a la Historia.

Pero no sólo se trata de Twitter. Cuando el pasado miércoles se conoció la noticia de la muerte de Steve Jobs, el mundo entero se paralizó. Todos los medios de comunicación del planeta se hacían eco de la tragedia y se sucedían los elogios a un personaje que no ha dejado indiferente a nadie. Aún no he leído ni un sólo comentario o artículo negativo: ha nacido un mito. La razón es fácil de entender, quien más o quien menos ha tenido en sus manos alguna de sus creaciones, capaces de cambiar el modo de entender la tecnología y la comunicación entre personas. El ejemplo de un genio capaz de superar toda clase de obstáculos para crear, un emprendedor incansable, inspirador de los emprendedores futuros, será difícil de olvidar, como lo será su forma de transmitir el entusiasmo por sus creaciones: el márketing perfecto que, en combinación con la genialidad de sus invenciones, explica el fenómeno Apple.

Pero.. y ahora, ¿qué? Algunos creen que con la desaparición de Jobs se frenará el espíritu creativo de Apple. No sé si será cierto o no, pero de lo que no hay duda es de que a Tim Cook le queda una ardua tarea por delante para mantener un listón que apunta muy alto. Demasiado, tal vez. No debe de ser fácil suceder a un genio, un icono del siglo XXI. Sin embargo, la gran campaña que Jobs ha protagonizado involuntariamente con la repercusión de su fallecimiento a nivel global, puede ser también un trampolín para una empresa que, fuera de Estados Unidos, todavía tiene mucho camino por recorrer. Cientos de miles de personas de todos los rincones del planeta han visualizado estos días vídeos o imágenes no sólo de Steve Jobs, sino también de la creación de un imperio, un nuevo mundo tecnológico del que a casi todos les gustaría formar parte adquiriendo alguno de sus gadgets. La imagen de la manzana está grabada en la retina de todos.



Cuando llegué a Estados Unidos, me sorprendió mucho ver la inmensa popularidad de los productos de la marca Apple. Es fácil distinguir a un estudiante estadounidense de uno extranjero sólo por la marca de ordenador que usa. Lo que en Europa, en términos generales, sigue siendo visto como sinónimo de sofisticación, en el país anglosajón se ha convertido en una herramienta fundamental de trabajo. La fascinación por los productos de la manzana es tan alta allí que logran convencer a los más escépticos y resulta difícil abandonar el país sin invertir en alguna de sus creaciones. Una tentación en la que el márketing y la imagen de marca tienen mucho que ver. No en vano, el simple hecho de entrar en sus tiendas se ha convertido en visita obligada en cualquier ciudad del país norteamericano. La manzana mordida se ha convertido en objeto de culto. Es un hecho.

Por todo ello, se podrían extraer dos conclusiones de los sucesos de los últimos días: la primera, que muy probablemente ésta sea la oportunidad de dar a Apple el impulso final que le faltaba a nivel internacional (un camino que ya había abierto con éxito Steve Jobs) para superar el predominio de los PC y, la segunda, que tal vez nos hallemos ante la mayor campaña de márketing e imagen jamás soñada, ni siquiera imaginada por el propio Jobs. Si bueno era su márketing en vida, insuperable lo ha sido en su muerte. DEP.

martes, 13 de septiembre de 2011

La receta Obama

Hace una semana, el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, presentó a los americanos su propuesta para afrontar el problema del desempleo en un país poco habituado a una tasa de paro como la actual, del 9 por ciento (menos de la mitad de la española, que ya supera el 21 por ciento).
En la American Jobs Act, el presidente norteamericano afronta una situación de crisis como la actual con una receta que propone reactivar la economía y el mercado de trabajo llenando los bolsillos de los norteamericanos, tanto de empresas como de trabajadores, con sustanciales recortes fiscales. Para ello, pone el punto de mira en los pequeños empresarios o emprendedores y en las clases medias.
En el primer caso, la American Jobs Act, que ayer se envió al Congreso americano, premia a los emprendedores cuyas pequeñas empresas podrán beneficiarse de ventajas fiscales con el fin de ayudarles a contratar y a crecer. También se plantea recortar impuestos para cualquier empresa (grande o pequeña) que contrate trabajadores o aumente sus sueldos, así como para aquellas compañías que contraten a un trabajador que lleve más de seis meses en busca de trabajo, beneficiándose en este caso de 4.000 dólares a su favor en su factura con la Hacienda americana. 
Estas medidas no sorprenden en Estados Unidos, un país en el que, como ya he comentado en posts anteriores, el apoyo al emprendedor es siempre primordial. Al fin y al cabo, de ellos depende la creación de nuevos empleos, algo que comprenden muy bien los americanos.
Pero no sólo las empresas se beneficiarán del nuevo plan, las clases medias también centraron el discurso de Obama que insistía una y otra vez en la importancia de su aprobación, haciendo guiños tanto a demócratas como a republicanos para lograr sacar adelante su paquete de medidas. En medio de una profunda crisis como la actual, las clases medias estadounidenses, tan olvidadas y relegadas en España, se verán beneficiadas fiscalmente. El presidente Obama anunció un recorte fiscal drástico en las nóminas de las empresas, una medida que se traducirá en unos 1.500 dólares más al año en los bolsillos de la familia media norteamericana.
Impuesto sobre las fortunas
Para hacer frente a todas estas medidas, el presidente apeló a la solidaridad de las grandes fortunas que sí verán incrementados sus impuestos. "The plan will reform our tax code in a way that asks the wealthiest Americans and biggest corporations to pay their fair share".
De este modo, tal vez se acabe con situaciones como la denunciada por el magnate Warren Buffet que no hace mucho puso de manifiesto la injusticia de que, con el sistema actual, él termine pagando menos impuestos que su secretaria (ingresos de W.B.: $46 millones, tipo impositivo: 17,7%; su secretaria: $60.000, tipo impositivo: 30%).
Apoyo a la construcción
Éstas son sólo algunas pinceladas que permiten ver cómo la todavía primera potencia mundial opta por un recorte de impuestos en momentos de crisis, pero no todo quedó ahí. En su discurso, el presidente también valoró la importancia de recuperar los puestos de trabajo perdidos en el sector de la construcción. Eso sí, con cabeza. Frente a planes fugaces y de dudosa eficacia como el Plan E en España, en Estados Unidos se creará un fondo y se concederán préstamos para invertir en infraestructuras basándose en dos requisitos para la aprobación de la obra: la necesidad y utilidad real del proyecto y cuánto va a aportar a la economía la inversión realizada en dicho proyecto. El objetivo: lograr mantener la competitividad estadounidense que empieza a verse amenazada por las nuevas potencias emergentes:
    "Building a world-class transportation system is part of what made us a economic superpower.  And now we’re going to sit back and watch China build newer airports and faster railroads?  At a time when millions of unemployed construction workers could build them right here in America?"
Facilidades
Con la idea de hacer la burocracia más sencilla a los emprendedores, Obama anunció otras propuestas que se llevarán a cabo próximamente. Así, se propone reducir las cargas administrativas a pequeñas empresas, ayudarlas con el registro de patentes y agilizar los cobros debidos por la Administración.
Aún está por ver si este paquete de medidas propuesto por Obama sale adelante o no, pero, de entrada, nos permite observar por dónde tienen previsto atajar la crisis los demócratas estadounidenses. De lo que no cabe duda es de que el partido en el Gobierno se está viendo obligado a hacer ciertas concesiones a un bando republicano que día tras día recorta su ventaja en el corazón de los estadounidenses.

Para más información sobre los detalles del nuevo plan: Fact Sheet and Overview

lunes, 16 de mayo de 2011

España en el olvido

Triste pero cierto. En los últimos años, nuestro país es más conocido por sus deportistas de élite que por sus grandes héroes, conquistadores o descubridores. Rápido se han olvidado nuestros logros y glorias del pasado, sustituidos ahora por estrellas fugaces que, más allá de buenos ratos de entretenimiento y euforia, poco van a aportar al futuro económico y social de nuestra nación. ¿Qué ha pasado con esa España que presumía de haber conquistado el mundo, esa España de sueños y ambiciones para la que nada era imposible? Ha desaparecido.

Es más, no es raro ver en estos días cómo la Historia del Descubrimiento de América ha sido ninguneada en lo que respecta a los logros españoles. En nuestro propio país, lejos de sentirnos orgullosos de una de las aventuras más impresionantes de la Historia de la Humanidad, ha pasado a estar mal visto vanagloriarse de aquel acontecimiento que cambió la Historia del mundo. Siendo así en España, no es de extrañar que fuera de nuestras fronteras se aproveche la coyuntura para que otros ocupen el espacio que nosotros, por alguna extraña razón, no queremos ocupar e incluso rechazamos, asignándose otros países los logros de aquella conquista. Así lo hacen, por ejemplo, los italianos, que son quienes celebran en Estados Unidos la festividad del 12 de octubre. No es de extrañar, por tanto, que en el Christopher Columbus Memorial de Philadelphia (Penn's Landing), no se lea ni una mínima mención a España y sí a Génova, como supuesta ciudad natal del descubridor.

Christopher Columbus Memorial at Penn's Landing (Philadelphia)


¿De quién es la culpa?
Este tipo de cosas hacen un flaco favor a nuestra Historia, nuestra cultura y nuestro lugar en el mundo, y lo peor de todo es que probablemente sea culpa nuestra. España no sabe venderse en el extranjero. Deberíamos tomar ejemplo de países como Italia o Francia. Los estadounidenses se sienten fascinados por estos dos países europeos que, en realidad, no ofrecen algo tan diferente de lo que puede ofrecer España. Sin embargo, en el supermercado el aceite de oliva es fundamentalmente italiano y los quesos y vinos son preminentemente franceses. ¿Acaso no tenemos buen aceite, buen queso o buen vino en España? Claro que sí, pero no lo sabemos vender.

Construir una imagen de España y de sus productos no es algo que se consiga en dos días. Exige un plan, un proyecto serio, que huya del cortoplacismo al que nos tienen acostumbrados nuestros políticos españoles, para lanzar la imagen España con fuerza y sin complejos. En un post anterior, ya comenté cómo Estados Unidos apostaba por el futuro, por la inversión en talento y por una imagen de país que es lo que les ha llevado donde hoy están. Entonces decía que nada es casualidad y lo vuelvo a repetir: si España no está bien representada en las estanterías de los supermercados españoles tampoco es casualidad.

El inglés, otro obstáculo
Sin duda, el bajísimo nivel de inglés de los españoles es también una piedra en el camino. La barrera del idioma hace que miles de españoles pierdan oportunidades en otros países, frenando una mayor expansión de nuestra cultura. Recientemente, un artículo de The New York Times ponía esta cuestión en entredicho, sacando los colores al sistema educativo español. A lo largo del texto, se llega a afirmar que en España hoy se habla peor inglés incluso que hace 15 años y que los políticos españoles son los últimos de la clase en idiomas de toda Europa. Algo de lo que deberíamos avergonzarnos.

Parece, por tanto, que en la agenda de asuntos pendientes de España hay mucho trabajo por hacer. Nuestro país debe tomar nota y aprender a vender su imagen, dejando de ser conocido sólo por los deportistas de élite, la fiesta y la siesta, y haciéndose respetar como el gran país que es y que podría ser, sin complejos ni rubores. Eso sí, para conseguir todo esto sólo hay un camino: esfuerzo, constancia y trabajo.

martes, 5 de abril de 2011

¿Por una unión norteamericana?

Si cuando se dice el término "americanos" para referirse tan sólo a los estadounidenses, el resto del continente se resiente, algo parecido sucede cuando, al referirse a norteamericanos, no muchos piensan en Canadá y muchos menos aún se acuerdan de México. Canadá, Estados Unidos y México comparten un territorio común que suele pasar desapercibido, habitualmente eclipsado por la fuerza de la gran potencia estadounidense. Sin embargo, tanto México como Canadá pueden jugar y juegan un papel muy importante en esta parte del mundo.

¿Puede Estados Unidos permitirse prescindir de sus dos países fronterizos? La respuesta es no. De hecho, la clave del crecimiento de Norteamérica como región geográfica podría pasar por la unión de los tres países. Hay un ejemplo de sinergias muy claro: si se agrupan las pirámides poblacionales de los tres países, el resultado es un triángulo perfecto. En este triángulo nos encontramos poblaciones más envejecidas en Canadá y Estados Unidos, frente a una sociedad más joven en México, que aporta el equilibrio necesario. Esto, además, implica más mano de obra en el sur de la región que, sumado al mayor poder económico en el norte, conforma un match perfecto para el crecimiento conjunto.

Este punto de vista fue recordado y ensalzado hace tan sólo unos días por el embajador de México en Estados Unidos, Arturo Sarukhan, en una conferencia en Wharton (la prestigiosa escuela de negocios de la Universidad de Pensilvania). Sarukhan, que habló sobre la relación entre Estados Unidos y México, destacó el hecho de que todos los presidentes de Estados Unidos hayan reconocido siempre la importancia estratégica de la relación entre ambos países, y recalcó el poder regional que podría resultar de la unión de todos los norteamericanos.

Arturo Sarukhan, durante su intervención en Wharton.


México y Estados Unidos, mano a mano
El embajador mexicano, muy contundente en toda su argumentación, incidió en algunos de los temas más controvertidos de la relación Estados Unidos - México: el narcotráfico. "Se deben asumir responsabilidades a ambos lados de la frontera", insistió una y otra vez para afirmar que sólo trabajando los dos Estados juntos, mano a mano, se podrá poner fin a esta lacra. Al fin y al cabo, si la droga llega a Estados Unidos desde México es porque unos venden y otros consumen, la ley de la oferta y la demanda que afecta a ambos países. Además, no es ningún secreto que buena parte de las armas del narcotráfico proviene de los Estados Unidos, con unas 7.000 tiendas de armas situadas a lo largo de la frontera del lado estadounidense, como bien recordó Sarukhan.

También habló de inmigración, sin duda un gran tema motivo de fricción entre los dos países vecinos. En este sentido, dijo que una severa regulación no ayudaría a Estados Unidos a reducir el número de inmigrantes ilegales, que actualmente son 11.2 millones de almas. Según explicó el embajador, la consecuencia de una normativa más estricta es que, al final, aquellos mexicanos que logran cruzar la frontera, después de muchos intentos y habitualmente pagando altas cantidades de dinero a las mafias especializadas en la materia, ya no vuelven a México por mucho tiempo porque no podrían volver a permitirse el alto coste que todo ello supone. Una legislación algo más laxa, en cambio, podría incentivar un mayor movimiento de personas que buscarían su oportunidad en los Estados Unidos para más tarde regresar a su país de origen una vez logrado su objetivo. Sarukhan puso de ejemplo a Canadá, donde muchos mexicanos van a trabajar en la agricultura de forma temporal cada año y después regresan a su patria de nuevo. "Tenemos que asegurarnos de que todos los ciudadanos que cruzan la frontera lo hagan legalmente", concluyó.

 El embajador mexicano reconoció que éste es actualmente el tema más importante en la relación México-Estados Unidos, y anunció a continuación una lista de cinco asuntos en la agenda con sus vecinos del norte:

1. La seguridad en la frontera. México debe trabajar mano a mano con Estados Unidos para garantizar la seguridad a ambos lados del borde. Por ejemplo, en cuanto a temas de terrorismo internacional.

2. Estudiar cómo desarrollar un fácil flujo de mercancías entre ambos países, y así evitar todos los perjuicios que las largas esperas e inspecciones para cruzar de uno a otro lado producen para el comercio y los consumidores.

3. Seguridad y eficiencia energética con tecnología verde. Encontrar fórmulas para mejorar la energía en Norteamérica.

4. Un modelo único de formularios de aduanas (Customs Forms) para todo Norteamérica: México, Estados Unidos y Canadá.

5. Unión de México y Estados Unidos frente a los problemas y retos internacionales.

No obstante, y a pesar de todos los esfuerzos entre ambas naciones por llegar al entendimiento y mejorar las relaciones, Sarukhan lamentó que la opinión pública a ambos lados de la frontera sigue haciendo reproches a sus vecinos y manteniendo viejos prejuicios, algo en lo que aún queda trabajo por hacer. Parece que siguieran acusándose mutuamente de lo que el Premio Nobel de Literatura Octavio Paz resumió en pocas palabras: mexicans don't speak, US americans don't listen.

lunes, 28 de marzo de 2011

Nada es casualidad

El pasado mes de febrero la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI o WIPO, en sus siglas en inglés) anunció que, tras el frenazo provocado por la crisis económica, se había empezado a detectar una recuperación en la presentación de solicitudes internacionales de patentes en el año 2010, fundamentalmente en países como China, República de Corea y Japón. Sin embargo, también añadió que se había detectado un ligero descenso del 1,7 por ciento en el caso de Estados Unidos durante el pasado año. No obstante, el país norteamericano sigue encabezando las listas mundiales de patentes así como las de emprendedores, y no parece que la situación vaya a cambiar en el futuro. ¿Por qué? No es casualidad.

Algunos opinan que lo que despierta el espíritu emprendedor estadounidense es el sistema de recompensas que incentiva el trabajo y la innovación con suculentos beneficios económicos. Muchos creen que lo que realmente les mueve es la ambición. En mi opinión, la realidad es que en Estados Unidos los emprendedores son tomados en serio: se cree en ellos, se invierte en ellos y se les da oportunidades para crear. La capacidad emprendedora se considera una prioridad nacional y no un asunto de segunda categoría como, por desgracia, ocurre en países como España.

Hace tan sólo un par de días salía a la luz un estudio del Instituto de Empresa en el que se ponía de manifiesto que España no es país para emprendedores. En concreto, el informe cifraba esta realidad en un descenso del 15,7 por ciento de la actividad emprendedora en nuestro país en el año 2010. De hecho, el informe GEM de la escuela de negocios española apuntaba que somos uno de los países menos emprendedores de los 59 analizados. Pese a todo, el impulso a la actividad emprendedora sigue sin aparecer de forma destacada en las agendas de nuestros políticos, habitualmente inmersos en el cortoplacismo.

El país de Edison, Google y Facebook

No es casualidad que, cuando en enero el presidente Obama se dirigió a toda su nación en el tradicional State of the Union Address Speech, su discurso empezara y se centrara en buena medida en el impulso a la actividad emprendedora recordando que "éste es el país de Edison, de Google y de Facebook". El presidente norteamericano planteó la apuesta por la innovación y la creación como primer y fundamental paso para salir de la crisis, después de recordar que las empresas más exitosas del mundo tienen nacionalidad estadounidense. Un orgullo nacional ganado a pulso con una visión del crecimiento económico que va más allá de lo inmediato y que tiene detrás una contundente inversión en el largo plazo. "In America, innovation doesn't just change our lives. It's how we make a living", dijo Obama, orgulloso de sus compatriotas.

No es casualidad que Estados Unidos, a pesar de todas las críticas que a menudo soporta, sea identificado como el país de las oportunidades. El sueño americano es una realidad para millones de personas que una vez decidieron emprender. Eso sí, nada es gratis, quien ha triunfado en Estados Unidos lo ha hecho gracias al esfuerzo y la lucha, y así de generación en generación. Aquí se trabaja... y se trabaja mucho. Mientras tanto, en el Viejo Continente, muchos se aferran a lo que recientemente un conocido político español calificó en tono despectivo como el European Dream: "trabajar lo menos posible para tener un buen retiro sin demasiadas complicaciones".

Educación e incubadoras

Una de las formas más eficaces de alimentar el espíritu emprendedor es empezar a hacerlo desde las universidades. En este sentido, tampoco es casualidad que, en la lista de la OMPI de las 50 principales universidades solicitantes de patentes, 29 sean estadounidenses y las 21 restantes sean fundamentalmente instituciones universitarias de países como Japón o Corea del Sur, todos ellas naciones en las que la educación se toma muy en serio.

Además, en Estados Unidos se pueden encontrar organizaciones dedicadas exclusivamente al impulso de la actividad empresarial. Lo llaman incubadoras y su resultado es francamente admirable. Aquí, en Filadelfia está The University City Science Center que, fundado en 1963, es el más grande y antiguo parque de investigación urbano de todo Estados Unidos. En este lugar se ofrece la oportunidad a los nuevos emprendedores de tener un sitio económico y asequible donde dar los primeros pasos. Se les proporcionan medios y se les da oportunidades para triunfar desarrollando sus ideas. Como resultado, este centro ha sido el lugar de nacimiento de 350 empresas que hoy en día emplean a 15.000 trabajadores, produciendo unos ingresos anuales de 9 billones de dólares para la región (Pennsylvania, New Jersey y Delaware). Así es como se crea empleo y prosperidad en Estados Unidos, apoyando al emprendedor.

Tal vez si nuestro país comenzara a tomarse en serio este tipo de iniciativas que deben ser planteadas a largo plazo, los problemas de paro que ahora aprietan más que nunca podrían reducirse drásticamente en el futuro y el país empezaría a dar pasos importantes de verdad. Mientras tanto, difícilmente lograremos ocupar un puesto relevante en este mundo globalizado.

lunes, 7 de marzo de 2011

Un negocio redondo

Imagínese que su negocio fuese una empresa de beneficios millonarios en la que una buena parte del coste de la mano de obra principal fuera cero. Ahora imagínese que fueran otras compañías, y no la suya, las encargadas de compensar a esa parte de los "empleados" por su buen hacer, con descuentos y regalos en sus tiendas. Todo ello, por supuesto, con todos los implicados satisfechos. ¡Perfecto! ¿Verdad?

Eso debieron pensar los inventores de Recyclebank, un negocio basado en el reciclaje que ha dado con la fórmula para un perfecto win-win. Eso sí, a pesar de las grandes cantidades de dinero que mueve la industria del reciclaje, sus dueños, en principio, nunca harán fortuna con esta empresa: se trata de un negocio sin ánimo de lucro, o al menos eso reza su página web, por lo que el dinero embolsado se emplea en cubrir salarios y costes, reinvertir o promover la cultura verde.

Recyclebank es el primer programa "verde" de puntos que se encarga de recompensar a los ciudadanos que reciclan. Para ello, utiliza una avanzada tecnología que permite calcular el peso de lo que recicla cada hogar y los kilovatios que dicho proceso ahorra. Toda esta información se traduce en puntos que los participantes pueden canjear por productos en alguna de las 3.000 marcas locales y nacionales asociadas al programa, entre las que se encuentran Coca-Cola, Starbucks o McDonald's. Con ello, Recyclebank logra que nada menos que dos millones de hogares norteamericanos y británicos trabajen para la compañía. Cada vivienda adscrita al programa se ocupa de juntar la mayor cantidad de material susceptible de ser reciclado en los cubos que la propia compañía distrubuye (con un chip incorporado para calcular el peso). Los ciudadanos que participan en el programa deben colocar dichos cubos en el lugar adecuado para que el sofisticado camión encargado de recoger la basura no precise más que un conductor que ni siquiera necesita bajar para hacer su trabajo, con lo que, además, se ahorra tiempo.

¿Cómo surgió la idea? Patrick Fitzgerald y Ron Gonen son los cerebros de esta empresa que está revolucionando el negocio del reciclado ahora que los implicados ven una recompensa real por su colaboración en un proceso que genera altos ingresos a la industria del reciclaje. Fitzgerald dejó su trabajo en un bufete de abogados de Wall Street para instalarse en un ático de Filadelfia y comenzar a gestar la nueva empresa buscando la tecnología necesaria, haciendo contactos y presentando la idea a posibles empresas ssceptibles de estar interesadas en participar en el programa de puntos. Gonen, por su parte, se encontraba en su primer año de MBA en la Universidad de Columbia, en Nueva York, cuando empezó a dedicar sus noches a redactar el plan de negocio y desarrollar el software.

Ambos tenían claro que para fomentar la cultura verde lo mejor que se podía hacer era motivar a los ciudadanos, ofreciéndoles un "premio" por su trabajo. Así, poco a poco, lo que empezó siendo una idea en la cabeza de dos jóvenes emprendedores, se ha convertido en una empresa verde capaz de hacer trabajar a un ejército de dos millones de personas para el negocio del reciclado. Eso sí, para beneficio del planeta.

Para más información ver:

Recyclebank
Artículo de The New York Times
Eco Biz - Recyclebank

lunes, 31 de enero de 2011

Érase una vez..

... una ciudad de la costa Este de Estados Unidos. Situada entre dos gigantes, Nueva York y Washington, Filadelfia presume de ser una de las ciudades con más Historia del país. No en vano, aquí se fraguó la Independencia respecto del Imperio Británico y se redactó la primera Constitución de los EEUU, aun vigente.
Su fundador, William Penn, así como el polifacético Benjamin Franklin, impulsor, entre otras muchas iniciativas, de una de las primeras universidades del país (la prestigiosa Universidad de Pensilvania) e inventor del pararrayos, son los dos iconos de esta metrópoli que esconde un amplio tesoro cultural. Del Museo de Arte al Museo Rodin (donde de encuentra la mayor colección de obras del escultor fuera de Francia), pasando por la reconocida Orquesta de Filadelfia, Philly, como acostumbra a ser llamada, esconde grandes tesoros artísticos siempre pendientes de ser descubiertos. Un simple paseo por la Avenida de las Artes sirve para abrir boca en un downtown cargado de arte urbano. Famosos son sus grandes murales cubiertos con modernos dibujos o las peculiares casas que dan vida a la emblemática South Street, aportando un aire más bohemio a la que un día fuera la capital de los Estados Unidos.

ESTE BLOG nace con la intención de poder ofrecer una pequeña visión del mundo desde este lado del Atlántico. Se trata de buscar historias que contar, aportaciones variadas, pero con un tinte socio-económico, que permitan poner el termómetro al menos a una parte significativa de un país que en estos momentos lidera el mundo y en el que podemos encontrar mucho que aprender. Nuevas ideas, tendencias y corrientes mueven la vida americana y terminarán llegando a nuestro Viejo Continente. Así que no hay tiempo que perder. Saquemos lápiz y papel y tomemos nota, porque lo que aquí es HOY en Europa será MAÑANA.

Bienvenidos a mi blog.